La reescritura de textos clásicos, ya sean mitológicos, bíblicos o históricos no es un procedimiento literario nuevo: Bierce, Lugones, Kafka, Capek, Borges, Denevi, Monterroso y un largo etcétera han incursionado con éxito en el imaginario antiguo. Y lo han hecho aprovechando una de las peculiaridades del microrrelato, como es la intertextualidad habitual en el género. Así, gracias a un proceso de remitificación, las historias y mitología grecolatina han sido reactivados y convertidos en símbolos contemporáneos. Por supuesto, las posibilidades de actuación del escritor moderno son casi infinitas, habida cuenta que para la mayoría de lectores actuales la literatura clásica es un terreno totalmente desconocido.
Pues bien, con estas premisas el autor jienense Manuel Fernández Labrada acaba de publicar en la editorial asturiana Trea Ciervos en África, una maravillosa colección de microtextos escritos al modo de apócrifos de autores clásicos. El propio autor nos explica en el prólogo el origen de este libro: «Tras muchos años leyendo con deleite textos clásicos grecolatinos, me he animado a escribir este fabulario heterodoxo de mitología, Ciervos en África, concebido bajo un criterio puramente lúdico, a mitad de camino entre la reflexión y la ficción. Dioses, héroes y otros personajes del mundo clásico —reales o imaginarios— son sus principales protagonistas. Sus aventuras y vivencias no son, sin embargo, las transmitidas por ninguna de las fuentes acreditadas. El lector enseguida reparará en que todos los mitos han sido transformados, pues mi propósito no ha sido otro que el de jugar con ellos como si fueran los vidrios multicolores de un caleidoscopio […] El resultado son estas fábulas apócrifas: un centenar y medio de minificciones que no persiguen otro fin que el de entretener al lector y estimular su imaginación.» Al mismo tiempo Ciervos en África es una reivindicación y una declaración de amor a la cultura clásica, y una invitación a la lectura de sus grandes creaciones.
Ciervos en África se encuentra dividido en seis secciones que comparten temas o personajes: por Los hijos de Crono, Castigos poco ejemplares, Amantes a su pesar, Heroicos y vagabundos, La ciudadela inexpugnable y La progenie divina (o casi) veremos desfilar a los grandes dioses olímpicos, a las divinidades menores, a personajes mitológicos diversos, así como a algunos protagonistas de las gestas de la literatura clásica. En unos casos Fernández Labrada realiza una reinterpretación de un hecho o personaje mitológico y en otros textos su aproximación es mediante la reescritura del mismo.
Los descuidos de Atlas
Las catástrofes y extinciones masivas que han jalonado la historia de nuestro planeta no obedecen ni a la colisión de un asteroide, ni al vulcanismo, ni a ninguna otra causa de las llamadas «naturales». Es más plausible imputarlas al cansancio de Atlas, que no puede evitar en ocasiones verse vencido por el sueño y deja caer a tierra, durante unos instantes, la bóveda celeste. Se ocasionan así los terribles daños que cabe imaginar.Derecho al olvido
Cuando Odiseo retornó a Ítaca y descubrió que su esposa lo había engañado, no tuvo más remedio que consumar la matanza de los pretendientes. Aunque perdonó la vida a Penélope, desde aquel momento recordó siempre con nostalgia sus pasadas aventuras, y de manera especial, sus amores con Circe y Calipso. Arrepentido de haberlas abandonado, solo lograba calmar su pena bebiendo agua del río Lete, un remedio que había tenido la precaución de traerse embotellado de su visita al inframundo.La seducción de Talos
Si he entendido bien lo que asegura Apolodoro en su Biblioteca, para derrotar al autómata de bronce que custodiaba la isla de Creta, Medea utilizó la misma táctica que le había permitido conquistar a Jasón: manipuló la clavija hasta conseguir que se derramara el icor.
Los que solemos leer libros de minificción observamos que algunos autores confunden la concisión y brevedad característica del género con un estilo apresurado, poco trabajado o incluso descuidado. No es el caso de Manuel Fernández Labrada, que exhibe una magnífica prosa literaria de corte clásico absolutamente acorde con los procedimientos y temas tratados en estos textos. Hay que decir que abunda la ironía y el humor en estas piezas; pero no olvidemos que toda la cultura helenística está recorrida por el humor, muy lejos de las seriedades de épocas posteriores.
Como he dicho, la mayoría de estas historias conciernen a personajes y episodios conocidos; aún así he tenido que consultar en alguna ocasión mi Diccionario de mitología griega y romana para situarme y apreciar mejor las variaciones que introduce el autor. Pero, en general, creo que Ciervos en África puede leerse sin ningún obstáculo y sin grandes conocimientos previos de mitología.
Para acabar y si me permiten el símil, este fabuloso libro es como una caja de bombones; los muy golosos (como es mi caso) podemos acabarlo de un tirón; los demás lectores lo degustarán poco a poco o preferiblemente por secciones. En cualquier caso, el disfrute está asegurado. Por el bien de la buena literatura, sólo queda desear que este libro no pase inadvertido entre tantas novedades ramplonas y que pueda llegar al máximo número de lectores.
Puntuación: 5 (de 5)
Ediciones Trea (2018)
Colección: Narrativa
192 págs.
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El lector tiene en sus manos un fabulario apócrifo y heterodoxo en el que dioses, héroes y otros personajes del mundo clásico, reales o imaginarios, son sus principales protagonistas a lo largo de más de un centenar de episodios. Sus aventuras y vivencias no son, sin embargo, las transmitidas por ninguna de las fuentes acreditadas. El lector enseguida reparará en que todos los mitos y personajes aparecen transformados, pues el propósito de su autor no ha sido otro que el de jugar con ellos como si fueran los vidrios multicolores de un caleidoscopio. Hasta el día de hoy, la mitología clásica no ha cesado de reaparecer en las más variadas manifestaciones de nuestra cultura, configurando un manantial inagotable de arte y conocimiento, siempre en continua renovación. De la misma manera que los arquitectos medievales y renacentistas aprovecharon las piedras romanas para levantar sus edificios, también nosotros podemos servirnos de los antiguos mitos para alumbrar nuevas ficciones. Sin duda, estas fascinantes historias nos seguirán acompañando todavía durante mucho tiempo, ayudándonos a comprender mejor nuestro complejo destino de hombres. (Sinopsis de la editorial)
Manuel Fernández Labrada es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Granada (y licenciado en Literatura Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid). Ha cursado estudios de Piano, Musicología y Composición en el Real Conservatorio de Música de Madrid. En 1992 publicó su tesis doctoral: Hernando de Acuña: Italianismo y tradición en un poeta del Renacimiento español. Catedrático de enseñanza secundaria, colaboró desde 1990 con la Universidad de Granada en el estudio y publicación del Teatro Completo de Antonio Mira de Amescua, del que ha editado tres comedias y dos autos religiosos. También ha colaborado con la Real Academia de la Historia y ha publicado diversos trabajos de investigación sobre literatura española del Siglo de Oro. En el terreno de la narrativa es autor de títulos como Viaje de invierno (2009), Migala y otras historias (2010), La hija del geólogo (2012), El refugio (Eutelequia, 2014), La mano de nieve (Libertarias, 2016) y Ciervos en África (Ediciones Trea, 2018). También escribe en su blog de literatura, Saltus Altus (http://saltusaltus.com).
Me abrio el apetito este comentario, acabo de encargar un ejemplar via BookDepository.
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