{Reseña} José Mateos: El ojo que escucha (Editorial Renacimiento)

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Como ya señalé en el comentario a su libro Un mundo en miniatura (Editorial Renacimiento, 2017), José Mateos mostraba en esos textos aforísticos, además de sus impresiones de carácter poético e intimista, un profundo interés por la reflexión de índole filosófica e incluso religiosa, interés que se vuelve exclusivo en su nuevo libro, El ojo que escucha, una indagación personal sobre la sociedad tecnológica en la que vivimos, así como la implicaciones que sobre todas las Artes ejerce su implacable rodillo. Por cierto, José Mateos ha recibido el Premio Internacional Torino in Sintesi de Italia como el mejor escritor extranjero de aforismos de 2018 y verá editado en breve la traducción italiana de Un mundo en miniatura. El jurado destacó el trabajo de Mateos «por la lucidez y la profundidad con que analiza el laberinto del alma humana mediante aforismos fulgurantes, irónicos y rotundos que capturan el aspecto más paradójico y oculto de nuestra existencia». Esa lucidez recorre también lo 143 textos breves de El ojo que escucha publicado estos días por Editorial Renacimiento dentro de su magnífica colección Los Cuatro Vientos.

José Mateos divide este libro en siete capítulos (Consideraciones los titula): Días críticos, Sobre el arte actual, Sobre la fotografía, La belleza, Sobre la pintura, Sobre la poesíaSobre la música. En el primero de ellos, Mateos alerta contra la deshumanización de la sociedad tecnológica en la que se sustituye la realidad carnal del ser humano por una realidad virtual alternativa. La búsqueda desaforada por la novedad convierte al ser humano en un ente irremediablemente consumista, eslabón de un engranaje perverso. Esta visión ciertamente pesimista impregna el resto del libro.

35. Los aparatos que fabricamos para conquistar el mundo se han hecho dueños de nuestro mundo. Pronto pensaremos, actuaremos, nos comunicaremos a imagen y semejanza de esos aparatos. Nos pasamos el tiempo atendiéndolos y observándolos, admirándolos. Son ellos los que nos ofrecen los datos en los que debemos creer y los que fabrican la realidad donde debemos vivir u olvidarnos de vivir […]

75. La verdad de la belleza consiente opiniones contradictorias: dos poemas con ideas contrarias pueden ser igualmente verdaderos. Porque la verdad de la belleza no es una verdad racional o interpretable racionalmente. Su verdad linda con la pregunta y es inherente a la obra que la designa.

113. La verdad sólo acepta recogerse en palabras si en esas palabras puede seguir permaneciendo oculta.

119. Lo que la música me dice es que la sed de Dios es lo propiamente humano. La huella de Dios en el animal que somos es lo que nos diferencia de otros animales. Y esa sed la llenamos, la calmamos, con cualquier cosa —con juegos, fiestas, viajes…—, menos con Dios, que es esa sed.

124. La música entra hasta allí donde todo lo demás queda fuera.

En las sucesivas consideraciones el autor hace un repaso por su concepción de las diversas artes. Especialmente crítico se muestra con la pintura actual, convertida por mor de críticos, galeristas y especuladores en una manifestación meramente comercial. Interesantísimo y hermoso el capítulo dedicado a la poesía, con una interpretación original y verídica, me parece, del lector de este género: «En poesía, el lector es un usurpador, alguien que lee, sobre todo, no para informarse o dialogar con otro, sino para suplantar al poeta y poder expresarse él mismo, leyendo». Por último, en sus bellas consideraciones sobre la música, la reina de las artes, creo que coincide con Cioran cuando el escritor rumano dice que «la música es lo más cerca que podemos estar de lo Absoluto».

Como conclusión, y si no he entendido mal, Mateos cree que de una sociedad sin trascendencia alguna —y la sociedad tecnológica actual lo es— no puede surgir un arte trascendente, de ahí que la banalidad, la superficialidad y la falta de grandeza del arte y la cultura moderna.

Aunque no se esté de acuerdo plenamente con su autor —yo coincido casi en todo—, El ojo que escucha es un excelente libro, estimulante y sincero, que nos llevará a reflexionar profundamente sobre algunos tópicos aceptados del arte y la sociedad contemporánea. Totalmente recomendable.

Puntuación: 5 (de 5)
Editorial Renacimiento (2018)
Colección: Los cuatro vientos, 138
128 págs.

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¿Qué papel juegan las máquinas en nuestras vidas? ¿Suponen siempre un progreso o pueden ser una amenaza para algunas de las conquistas humanas?¿Qué hay detrás de esa gran confusión que es el arte contemporáneo?¿A qué ídolos rinde culto? José Mateos trata de responderse a estas y otras preguntas en el libro que el lector tiene en sus manos. A lo largo de estas siete «consideraciones filosóficas» nos advierte de la involución que pueden significar ciertas creencias e ideas dominantes de nuestra época y nos invita a adoptar una actitud silenciosa y honesta, de resistencia intelectual frente a la Revolución Consumista que ha reducido la educación a «un mero instrumento al servicio de la competitividad empresarial» y que ha convertido el arte «en diseño y entretenimiento para las masas urbanas». (Sinopsis de la editorial)

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José Mateos, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1963 es poeta, ensayista, narrador, pintor y responsable de la editorial Libros Canto y Cuento. . De sus libros de poemas pueden destacarse: Una extraña ciudad, Días en claro, Canciones, La niebla, Cantos de vida y vuelta y Otras canciones. Recopilaciones de sus poemas son Reunión (Poesía 1983-2003) y Poesía esencial, que apareció en esta misma editorial. Como ensayista ha publicado libros como Soliloquios y divinanzas, La Razón y otras dudas o Fragmentos sobre arte. Ha publicado también libros de aforismos y relatos.

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